Aproximaciones a la
realidad virtual
Gumercindo Pinto Devia
La problemática de la gestión del
conocimiento en comunidades del mundo e-learning, es un viaje a comunidades sin
fronteras en la construcción del conocimiento; nos traslada a reflexionar
sobre su significado, qué podemos percibir, cuál es la proyección y dialogar al
respecto, dónde está presente la fuerza de la creatividad educativa hacia los
emergentes espacios del saber hacer y saber ser a través de un currículo y
proyecto educativo innovador.
La educación virtual, enfáticamente
NO es educación presencial en otro formato, responde a diferente paradigma
curricular, de tal modo que es relevante efectuar cuestionamientos, con la
finalidad de descubrir el hacer y el conocimiento en la praxis, en las posibles respuestas generales
a ¿cómo administramos el saber para tener éxito en la sociedad actual? ¿Cuál es su impacto en el
trabajo? Mientras día a día la tecnología evoluciona, ¿Los inmigrantes
digitales de qué modo minimizan los efectos en la vida cotidiana? ¿Las nuevas
formas de lenguaje y de comunicación de los nativos digitales, son parte de la
transculturización?, se aleja un tipo de ser humano en su forma de procesar su
pensamiento y emerge otro, con distintas estructuras mentales de procesamiento
simbólico de Elliot Eisner y de inteligencias colectivas e institucionales. Al respecto, Sakaiya menciona que la nueva
sociedad que se está configurando, el estilo de vida que obtendrá se basará en
el consumo de saber y los productos que
se venderán mejor serán los que revelen que el comprador es una persona “que sabe” (Sakaiya, 1994). En tal
sentido, podríamos citar que el desarrollo del saber está relacionado con los
modelos de producción del fordismo, desde su especificidad de tareas focalizado
en el conductismo, a la concepción del toyotismo con su modelo de calidad, de
gestión de procesos y de estructuras, expresados en el just-in time de
producción sin inventarios (Rifkin, 1997: 85-136), que cambia la forma del saber
y del acceso al conocimiento en educación.
Cómo compatibiliza el hombre en su ser
humano, la educación y la comunicación frente al avance de los tiempos, Ernesto
Livacic Gazzano, Premio Nacional de Educación, menciona, ante el cuestionamiento, que “La
educación esencialmente es un proceso de
formación de personas, no es por lo tanto en el conocimiento, ni en ningún otro
aspecto parcial donde hay que poner el acento, cualquiera finalidad específica
de la educación tiene que estar al gran servicio de la gran finalidad de
formación de personas, si los conocimientos no sirvieran en esa línea, si los
conocimientos no fueran acompañados de orientaciones éticas, de valores, que si propusieran de actitudes positivas,
evidentemente el proceso educativo quedaría trunco. Ahora, cuando hablamos de personas, no
hablamos de individuos aislados, el ser humano por ser persona, es
esencialmente un ser social” (Pinto Devia G., 1998).
En este rol del conocimiento en la
virtualidad es importante fijar en parte la atención en la tecnología, en la
arquitectura de recursos que poseen y cómo dialogan con los procesos e-learning,
en cuanto a diseño curricular. En tal sentido la búsqueda en el ejercicio
diario de la docencia en este campo, entonces, nace la pregunta: Cuál es la
filosofía en la relación pedagógica: profesor - estudiante frente a la
tecnología, Livacic responde:
“No me cabe la menor duda de que
hay que ensayar desde la incorporación
de medios audiovisuales a la clase, hasta este ingreso a grandes redes, que
permitan conectarse con centros mejor preparados o mejor informados sobre una
materia e incluso realizar proyectos en conjuntos para avanzar en una
determinada disciplina, o en el esclarecimiento de determinado tema; pero
siempre tiene que haber una relación personal entre el educando y el educador,
eso tiene que pasar a través de ese diálogo, o si no, podría llegar el día de
mañana, se estableciera en cada materia, al mejor profesor o expositor del mundo y mediante estos
sistemas, todos los jóvenes, todos los estudiantes de la universidad, si fuera
el caso, escuchen esa materia dada por
el mejor especialista sin entrar jamás en una interacción real con él” (Pinto Devia G., 1998).
Congreso Historia Aeronáutica U de Chile, marzo 2016, 100 años. |
Walter Benjamin, menciona que “la
decadencia de la inteligencia libre está condicionada no única, pero sí,
decisivamente por lo económico” (Benjamin, 1998:75). Entonces, la vorágine de
la “Sociedad de la información” ha
entregado a la sociedad de redes una constelación de contenidos, que la
sociedad del conocimiento debe procesar y sistematizar en beneficio igualitario
a favor del desarrollo humano, con oportunidades para todos. Por otra parte,
Castells plantea respecto del poder “Expresado en los códigos culturales de la
sociedad, quien gane la batalla de la mente de la gente gobernará, porque los
aparatos rígidos y potentes no serán un rival”.
Alain Touraine acota que vivimos en la “Sociedad
cultural”, esta sociedad podrá resolver el conflicto de las identidades en su
propia estructura, cuando las tecnologías modifican los códigos culturales en
el saber hacer, focalizados en las conductas humanas.
Pierre Lévy responde a Patrick Javault
sobre ¿Las investigaciones sobre inteligencia artificial suponen una visión del
funcionamiento de la inteligencia humana? El tiempo real, una velocidad
trascendental.
“Existen tres maneras de concebir las
relaciones entre la informática avanzada y la inteligencia humana.
Primeramente, la perspectiva de la simulación, que es aquella de la
inteligencia artificial histórica o clásica. En este caso, la máquina debe ser
capaz de imitar lo más perfectamente posible un comportamiento inteligente. La
segunda, cada vez más extendida, consiste en estudiar el sistema cognitivo humano,
no para imitarlo, pero sí para concebir tecnologías intelectuales (ayuda al
razonamiento, la imaginación, la creación, la decisión, entre otras) que se
imbrican de manera armoniosa con la inteligencia humana. En fin, una tercera
aproximación consiste en examinar en qué medida estas tecnologías intelectuales
de soporte informático terminan por influir en nuestro funcionamiento mental
ordinario”. Esta postura origina debate como el “maoísmo digital “de
Jaron Lanier, en referencia a Wikipedia. (Wikipedia:2015).
La inclusión o la exclusión del mundo
TICs y en el contexto TICE (TIC educación) transita, en mayor o menor grado,
por los escenarios de la subjetividad (PNUD, Desarrollo Humano en Chile:114) de
los usuarios, por la participación y las necesidades de acceso -satisfechas o no-,
el estar dentro o fuera del mundo de las
tecnologías, implica tres subjetividades (PNUD, Desarrollo Humano en Chile 2006:
101): la individualización, poder
subjetivo y la reflexibilidad. La primera, es la construcción personal del
estilo de vida a realizar. La segunda, está asociada a las competencias,
recursos y capacidad de navegar en redes sociales para desarrollar los
proyectos personales; la tercera a la comprensión del mundo y a la
administración eficiente de la información que se procesa. Estos planos de
realización personal implica ampliar los
escenarios del conocimiento en las plataformas de administración del
aprendizaje, estos están en cada acto humano en diferentes niveles de
intensidad cognitiva.
Si convocamos a este marco de análisis, las narrativas mediáticas como nuevo vector cultural, podemos
reflexionar que, para analizar la educación y la cultura, debemos referirnos a
la hibridación social, desde la industria cultural, genera nuevas estructuras y
nuevas prácticas (García Canclini, 2003). Es precisamente una transformación de
identidades individuales con deseos, saberes, derechos y necesidades materiales
de supervivencia en conglomerados de modelos sectorizados que se articulan
según su participación en el mercado, en el mundo de las tecnologías al
servicio del segmento educación. Es decir, la cultura mediática penetra,
seduce, domina al sujeto moderno y al subalterno. Se traducen en el conjunto de
identidades, tanto individuales como colectivas, que participan en la sociedad
desde su posición, consumo de estos bienes
y servicios, en este caso educación virtual, que otorgan en cierto modo
una forma de poder en las estructuras sociales y profesionales en las cuales interactúa.
Los medios masivos, cooptados por la
televisión (abierta, cable y satelital), son poderosos promotores de la
cultura-mundo (Martín-Barbero, 1999) que se realiza en la actualidad en la
percepción de los jóvenes. Ésta se traduce en forma emergente en los cambios
culturales. Cultura de la desterritorialidad y de identidades florecientes
generadas por la transculturización cobran relevancia en los espacios de las
comunidades virtuales, donde el hipertexto (Martín-Barbero, 1999) y el
metalenguaje nos otorgan otras formas de comunicarnos, de compartir saberes, de
aprender (Delors, 1996), de relacionarnos y de comprensión de las realidades.
Emplear el mundo virtual, nos permite rediseñar las prácticas educativas, AureA
Memotech menciona que el modelo nos “Exige revisar y re-evaluar quiénes somos
como formadores, qué hacemos, cómo lo hacemos y por qué Second Life ofrece un
mundo de aprendizaje para los usuarios: experimentar, planear, negociar,
resolver problemas, evaluar, adquirir conocimientos sociales”. Jacques Derrida
postula el desaprender para iniciar otros
conocimientos, de acuerdo a otras estructuras y desarrollo del pensar, como
lo es el tránsito de la cultura letrada a la digital, quien declara: “El fin de
la escritura lineal es en realidad el fin del libro, aunque sea en forma de
libro que las nuevas escrituras, literarias o teóricas, se dejan encerrar, para
bien o para mal” (Landow, 1995: 13-49).
Claudia L´Amoreaux señala que “Second
Life” es un mundo virtual 3D que nació en 2003 y ahora tiene más de cinco
millones de miembros en todo el mundo. Más que un juego con objetivos
definidos, sus residentes viven, trabajan y aprenden en este mundo virtual”.
Carlos Marcelo plantea que Second Life
“contiene un sin fin de animaciones (referidas a sentimientos entre otras) que
podemos añadir a nuestros avatares, lo que les infiere un mayor realismo. Si
esto lo trasladamos a las sesiones de tutoría que mantenemos con el alumnado,
le confiere mayor naturalidad, ya que podremos observar el estado de ánimo en
que se encuentra tanto el tutor como el alumno” (Marcelo, 2008).
Para el caso de Estados Unidos,
Alexandra Pickett, Universidad de Nueva York, (Pickett, 2009) menciona la
importancia de los siguientes aspectos que se relacionan en las plataformas
virtuales: diseño curricular, el desarrollo docente y de los módulos de
aprendizajes, el soporte, los enfoques pedagógicos al servicio de la
tecnología, evaluación (tutores, estudiantes, programas, cursos, matrices,
entre otros), y la calidad integral de los procesos. Una de las entidades señeras
en Chile en educación virtual es TELEDUC, de la Pontificia Universidad Católica
de Chile (Pinto Devia, G. 2004), que destaca el rol de los tutores y
estudiantes activos, los medios, las estrategias de estudio, la evaluación de
los procesos y la comunicación.
El desarrollo del saber se inicia con la
democratización de los procesos
educativos básicos, medios y superiores, con la participación horizontal de
académicos y de estudiantes. Por otra parte, las articulaciones curriculares de
las universidades abiertas, que expresa Jamil Salmi, propician condiciones
favorables hacia la libertad de acceso y de elección: “en el futuro será
obligatorio ir a la universidad y del
tránsito fluido de los estudiantes por mallas flexibles en dos o tres
universidades para una profesión, donde los títulos tendrán una vigencia de
cinco años” (Salmi, 2008). De esta forma se origina la movilidad en un mundo
del saber en constante interacción presencial y virtual, donde los espacios
públicos, las realidades y la comunicación adquieren y dan nacimientos a otros
modos de pensar y de simbolismos.
En tanto, Loic Chalmel sostiene que
“tenemos entonces la génesis de un sistema en que los saberes elementales son
enseñados por genios o expertos y que entrega la formación a los mismos
expertos, lo que va a debilitar enormemente la autonomía y el poder de decisión
de los docentes. Estos temas van a ir atravesando la historia hasta llegar a la
actualidad” (Chalmel, 2008). Arribarán a una potencial cibersociedad
(Mattelart, 1998:287-294) más democrática. En este propósito la educación es el
transformador del cuerpo social y laboral, de la subjetividad individual y
colectiva del país.
Fernando Salinas C. reconoce que “existe
un déficit en la formación de los profesores en las universidades” (Pinto
Devia, G.: 2008a). Por su parte, Germán Rojas formula que aprecia una “carencia
metodológica en e-learning para los docentes y para los potenciales alumnos.
Además de la brecha generacional entre ambos, otro factor conciliar son las
estrategias metodológicas, la arquitectura tecnológica de la plataforma y
la comunicación con los estudiantes”
(Pinto Devia, G: 2008b). Las consideraciones de estos académicos son
importantes, ya que aprecian una debilidad en la formación docente y estos
efectos se trasladan a los procesos educativos y a la generación del
conocimiento, de comunicación en los mundos virtuales.
Erika Silva Urbano, -una de las pioneras
de educación virtual de TELEDUC-, propone que “hay un poder maravilloso al que
pueden y deben aspirar los profesores, y eso tiene que ver con el poder de
compartir y generar redes humanas inteligentes, que no obliguen a que todos
sepamos lo mismo, sino para que cada uno se especialice en aquello que es mejor
y sepa compartirlo con otros. El e-learning puede ser tan bueno o tan malo como
las mejores o peores clases presenciales, pues lo que importa es el paradigma
del cual uno se vale para entender el valor del proceso educativo en el modelo
de sociedad que uno tiene en la cabeza” (Pinto Devia, G: 2008c).
Gumercindo Pinto Devia, Santiago de Chile. |
Henry Giroux enfatiza la importancia de
los “profesores como intelectuales transformadores”, mediadores, facilitadores
en la acción docente y ante los cambios que experimenta la sociedad (Giroux, 1990).
En idéntico sentido Reuven Feuerstein,
menciona que toda persona se puede desarrollar en saberes a través de los
criterios de mediación y de las funciones cognitivas que se empleen, donde las
tres principales son: “La mediación de
intencionalidad y reciprocidad, mediación de la trascendencia y mediación de
significado” (Feuerstein, 2004).
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